Apps para la primera infancia. Sugerencias y buenas prácticas para elegir y crear contenidos interactivos de calidad.
Los niños más pequeño son los usuarios menos críticos y expertos y sin embargo entre los más entusiastas de los dispositivos móviles y tabletas. El uso de estos dispositivos, casi siempre conectados a la red, está creciendo en las familias.
Toda investigación recién apunta a que los niños emplean estos dispositivos ya desde los 2 años, no solo antes de ir a la escuela, como pasaba con los medios de comunicación tradicionales, sino antes de empezar a hablar o a caminar, en la fase sensomotriz del desarrollo. Paralelamente al uso de los contenidos interactivos, la oferta de Apps para niños en edad preescolar ha crecido exponencialmente. Ahora, como nunca antes, la industria digital está creando recursos digitales interactivos para niños. La búsqueda constante de padres y educadores, de recursos que ayuden a los niños a aprender, jugar y entretenerse alimenta esta producción e inunda el mercado.
El proyecto se elabora desde el campo de la comunicación, la pedagogía y la psicología evolutiva, considerando la construcción de conocimiento del niño menor de 8 años desde los procesos de aprendizaje a través de una visión constructivista. Por esta razón, la propuesta se aleja de modelos que planteen la posibilidad de dejar solo el niño ante una “máquina” (así como delante de la televisión o en la elección de un juguete) y subraya el necesario papel que desempeñan los educadores (maestros y maestras, trabajadores sociales, profesionales de los sectores de salud, cuidadores, padres, etc.) en los procesos de aprendizaje del niño.
El objetivo general del proyecto es mejorar la calidad de los contenidos digitales para niños para garantizar la protección de los menores como usuarios, así como facilitar y fundamentar la selección y creación de contenidos seguros y de calidad por parte de educadores y desarrolladores. Pero la protección del menor no puede limitarse a evitar chat online, contenidos violentos o lenguaje soez, como proponen en los sistemas de clasificación actuales. Desde la perspectiva de los investigadores del proyecto es necesario reconsiderar los supuestos a la base de los mecanismos de protección del menor y relacionarlos directamente con la adecuación y accesibilidad del juego interactivo al desarrollo infantil.
Basándose en este acercamiento integral y la perspectiva del diseño universal, se analizó el contenido y diseño interactivo de una muestra de 200 apps en contexto catalán, que se dirigían a niños y niñas entre 0 y 8 años, para identificar problemas y buenas prácticas.