La gestión inclusiva de las conductas y los roles de los diversos actores involucrados sigue siendo motivo de preocupación en educación. El personal no docente, dentro de las aulas convencionales, también ayuda a controlar las conductas disruptivas. Este artículo explora cómo los equipos de personal docente y no docente gestionan situaciones de conducta disruptiva en 14 escuelas urbanas inclusivas de Cataluña. Los casos de conducta fueron relatados por 17 agentes no docentes de apoyo y 12 docentes a través de entrevistas semiestructuradas. El análisis temático produjo tres categorías principales bajo las cuales se organizan los resultados: roles; coordinación; y procedimientos de manejo de las conductas. Las experiencias relatadas reflejan la importancia de tener más de un adulto en un aula para gestionar las conducats efectivamente y asegurar la reciprocidad y evitar la delegación excesiva de responsabilidades. Los límites deben ser consensuados, coherentes, contextualizados y consistentes entre todos los actores involucrados en la educación, incluidos los propios estudiantes. Finalmente, el personal docente y no docente comparte estrategias proactivas de prevención y anticipación, y reactivas para desescalar conductas que les son útiles.